martes, 23 de junio de 2009

IV


Un día decidió alejarse del mundo para componer su propio mundo. Pensó que era bueno y dejó al tiempo como encargado de solucionarlo todo; pensó que retomando los asuntos más tarde éstos ya serían más livianos y llevaderos, pero demoró un tanto en darse cuenta que pensaba erróneamente.
Así dejó pasar más tiempo, jurando que esta vez le iría mejor. Un día se dió cuenta que lo que hacía no le ayudaba mucho, y que en vez de retomar los viejos asuntos como ella creía hacerlo, los evadía todos. Se bloqueó. Pasó por tantos malos momentos en alguna época de su vida que ahora inconcientemente se bloqueaba y huía como una rata. Para eso está el desahogo, pensó. Pero también le costaba confiar, creía hacerlo, pero realmente no sabía practicar la verdadera confianza, porque también le había sido dañada.
Así ha pasado largo tiempo, y aún está en busca del error. Del propio más bien, porque en el del resto no hay mucho que hacer, salvo confiar en que existen personas confiables. ¿Será tiempo perdido? No lo creo. Todo plazo es válido para crecer en lo personal, cada uno a su momento, salvo que... no se le puede dejar todo al tiempo: también hay que actuar, sino será sólo tiempo perdido.

sábado, 20 de junio de 2009

III


Supe que se trataba de aquello nuevamente porque el pecho se me apretaba como no lo hacía en mucho tiempo. También supe lo que es estar del otro lado, y que cuando es así ya no es tan grato. En ocasiones creo que las cosas se darán como yo pienso -lamentablemente lo malo siempre sucede cuando lo anticipo-, así que, con un poco de azar y buenos deseos, por qué no esta vez. Pero también puedo anticipar que en cuanto ocurra el primer suspiro que dé inicio a esa historia, el océano la estará arrastrando mar adentro; porque más aún en el fondo sé que no tiene sentido dar vida a una semilla estéril. Es así de frágil. Pudo haber sido algo encantador, créeme, no te hubieras arrepentido... pero bah!, qué sabes tú de todo esto. Sólo yo sé que protagonizas una grandiosa historia, sin bases ni argumentos, que se alimenta de la nada en mis pensamientos y que guardará ahí hasta encontrar el primer aliento de vida... hasta que el mar se la lleve.